Sergio Gómez – nutricionista ortomolecular
Crea, activa y estimula tus mitocondrias de una forma coherente y controlada
La experiencia de trabajar con personas que quieren rendir deportivamente y de las personas que padecen patologías graves como cáncer, Esclerosis Múltiple u otras como fatiga adrenal, me están demostrando que tiene un factor en común: LA MITOCONDRIA.
La gente se confunde mucho y no me extraña; estamos en un momento de información tan amplia tal como «San Google» o de gente en redes «con la verdad absoluta» que ya nadie sabe qué es verdad y qué mentira.
Lo cierto es que todo es verdad y mentira simultáneamente. Lo cierto es que no hay una herramienta médico-nutricional exacta. Lo cierto es que la clave está en la individualización del tratamiento o de la estrategia «deportiva» que mejor se acomode a la persona que se sienta delante de nosotros en consulta.
Si tratamos el ayuno como la panacea, o la restricción calórica, o la toma de suplementos a «cascoporro», o el cambio de estilo de vida sin tener en cuenta si va a ser sostenible para esa persona o no, estamos dando una idea errónea o desconcertante y crearemos desconfianza en alguno de estas herramientas que sí que tienen un valor esencial en el contexto adecuado.
No vale con hacer una de esas cosas sino en saber cómo hacer que todas juntas actúen en sinergia para conseguir el objetivo de nuestro paciente y el nuestro propio. RECUPERAR Y PRESERVAR LA SALUD Y LA PREVENCIÓN DE ENFERMEDAD.
Debemos crear la estrategia adecuada para que dentro de un cambio de estilo de vida, sea capaz de crear nuevas mitocondrias. Además, debe activarlas para que su eficiencia aumente y por ende mejore su capacidad energética, su detox corporal, su replicación celular entre otros. Si esto falla comenzamos a entrar en conflicto sistémico a medio/largo plazo.
Todo esto no se hace sentado en una silla todo el día. Debemos implementar trabajo de carga mecánica, de ejercicio cardiovascular adaptado en bajas frecuencias y alternar con HIITs. Todo esto el que necesitan tus mitocondrias.
¿Estás segur@ de que haces todo esto con las máximas adaptaciones a tu cuerpo y con el máximo rigor cuantificable?
No es tan fácil. Todo es dar con el profesional adecuado.